La resurrección de Jesús, es decir, que Jesús de Nazaret estuvo muerto y volvió a la vida, es una creencia base del cristianismo. ¿Tiene esto alguna base histórica? ¿Hay argumentos de peso para creerlo, o es una cuestión de fe ciega? ¿Por qué no hay consenso en el mundo académico? ¿Qué argumentos en contra se suelen oír actualmente? Con esta quaestio disputata terminamos la trilogía del Jesús Histórico, y abrimos paso a otros temas de Dubi Das. La serie está completa, así que puedes compartir la lista de reproducción si te ha gustado 😉
En vídeos anteriores… Hablamos sobre si existió el Jesús histórico y si coincide con el de la Biblia. Hoy nos tiramos a la piscina:
¿Tiene sentido hoy creer que Jesús resucitó? Es decir, ¿que estuvo literalmente muerto y después se levantó con vida? Llámame loco, yo creo que sí.

Argumentos en contra
Los siguientes argumentos no pretenden ser válidos por sí solos, sino construir un caso acumulativo en contra de la resurrección de Jesús. Y por cierto, van de menos a más.
1. Los relatos de la resurrección de Jesús no son fiables.
¿Sabes eso de que «la historia de Jesús se puede reconstruir a partir de fuentes no cristianas»?… Pues con la resurrección eso no pasa. No la afirma ningún historiador no cristiano de la antigüedad. Como dice Dilahunty, «hay cero evidencias de fuentes contemporáneas».
Es más, algunos de los primeros cristianos (ahí dejo una lista) ni siquiera la mencionaron. ¿Será que les parecería poco importante?
- Carta de Santiago (NT)
- Carta de Judas (NT)
- 2ª Pedro (NT)
- Cartas de Juan (NT)
- Hermas
- Taciano (120 – 180 aprox.)
- Teófilo de Antioquía (? – 183)
- Atenágoras de Atenas (escribe en 177-178)
- Minucio Félix (150 – 270)
Las únicas fuentes para la resurrección son panfletos publicitarios que unos tipos cristianos escribieron hace 2000 años con cero objetividad y sin ofrecer ninguna prueba.

Además, los relatos de la resurrección de Jesús son las partes más contradictorias de los evangelios:
- Se supone que las primeras que encontraron la tumba de Jesús vacía fueron algunas discípulas, pero los evangelios no están de acuerdo en qué mujeres eran:
- Mateo 28:1 “María Magdalena y la otra María”.
- Marcos 16:1 “María Magdalena, María, la madre de Jacobo, y Salomé”.
- Lucas 24:10 “María Magdalena y Juana y María, la madre de Jacobo; también las demás mujeres”.
- Juan 20:1 María Magdalena solamente.
- Tampoco coinciden en cuántos ángeles vieron:
- Uno según Mateo y Marcos.
- Dos según Lucas y Juan.
- Ni en si estaba Jesús también (Mateo, Juan) o no (Marcos, Lucas).
- O en cómo estaba la tumba cuando llegaron
- Abierta según Marcos, Lucas, Juan
- Cerrada según Mateo
- Ni en si había guardias custodiando (Mateo) o no (Marcos, Lucas, Juan)
- O en si hubo terremoto (Mateo) o no (Marcos, Lucas, Juan)
Es todo un reto reunir tanta contradicción en tan poco espacio, ¿no? Y si añades otros relatos de la resurrección como el de 1 Corintios 15 (que es más antiguo que los propios evangelios, las contradicciones aumentan (1 Co no dice nada de la tumba vacía ni de esas mujeres. Habla de Pedro como el primer testigo). Vamos, entre la falta de objetividad y las contradicciones… no es como para fiarse mucho.
2. En tiempos de Jesús, era muy fácil creer en una resurrección.
En aquella época, la idea de los muertos que resucitan era muy frecuente. Tenemos a Osiris en Egipto, Inanna y Tammuz en Mesopotamia, Baal en Canaán, Adonis y Perséfone en Grecia…
Y entre los judíos, mucho más. De hecho, la resurrección de Jesús no es la única que aparece en la Biblia (ni mucho menos).
- En el libro de los Reyes, hay varias resurrecciones.
- El hijo de la viuda en Sarepta (I Reyes 17:17-23)
- El hijo de la sunamita (II Reyes 4:31-37)
- El tío que cobra vida mágicamente al tocar los huesos de Eliseo (II Reyes 13:20-21)
- En los evangelios, Jesús resucita a varias personas…
- La hija de Jairo (Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43 Lucas 8:40-56)
- El hijo de la viuda en Naín (Lucas 7:11-17)
- Su amigo Lázaro (Juan 11:43-44)
- Cuando él murió, un montón de gente salió de su tumba (Mateo 27: 50-53)
- Los apóstoles también hicieron sus pinitos en lo de las resurrecciones.
- Pedro resucita a Dorcas (Hechos 9:36-42)
- Pablo resucita a Eutico (Hechos 20:7-12)
Que los muertos resucitaban estaba tan asimilado en aquel tiempo que cuando Jesús empezó a predicar, muchos pensaron que era Juan el Bautista resucitado. (Mateo 14:1-2; Marcos 6:14-16; Lucas 9:7), o alguno de los antiguos profetas. (Lucas 9:19; Mateo 16:14). No parece necesitasen mucha evidencia para creerse estas movidas.

Hoy, no somos tan fáciles de engañar.
3. Al principio, ni siquiera los cristianos creían en una resurrección corporal.
Originalmente, la idea era que a Jesús, después de muerto, Dios lo había exaltado sentándolo a su derecha y declarándolo Hijo suyo (Cf. Romanos 1:4; 8:34; Efesios 1:20; 4:10; Filipenses 2:8-11; Hebreos 1:3; 2:9; 10:12; 12:2; 1 Pedro 3:21-22; Hechos 2:32-33; 5:30-31; 7:55-56). Esto no pretendía ser una resurrección física, sino vida espiritual después de la muerte. Como dice Dale B. Martin, «no se trataba de un cuerpo de carne. Era un cuerpo espiritual».
Jesús mismo pensaba así. Jesús llamaba resurrección al hecho de que Abraham, Isaac y Jacob, seguían vivos con Dios (Mateo 22:31-32, Marcos 12:26-27; Lucas 20:37-38). Claramente, no creía que ellos hubiesen resucitado físicamente. Y más tarde, los cristianos llamaban resurrección a la nueva vida que ellos habían experimentado al creer en Jesús (Efesios 2:5-6; Colosenses 2:13; 3:1; Romanos 6:4,10-11; Gálatas 2:20). En apoyo a esto, el relato más antiguo de la resurrección (1 Co 15:5-8) no habla de una tumba vacía, sino de “apariciones”.

Vamos, que aún si nos creemos lo que dice el NT, la vida de Jesús tras su muerte se parece más a la de Mufasa que a la de… no voy a hacer spoiler de ninguna peli, ni de Juego de tronos… pero ya me entendéis. No es literal.
4. La resurrección de Jesús está basada en sucesos no son históricos.
1. Jesús no predijo su resurrección
En los evangelios, Jesús predice que va a resucitar. Pero esto no tiene mucho sentido. Sus supuestas predicciones son clarísimas ¿Cómo es posible que ningún apóstol las entendiese? ¿Por qué ni uno de ellos se esperaba la resurrección?
¿Y por qué cada predicción parece un plagio de la otra?
Marcos 8:31 (Mt 16:21; Lc 9:22); → Mr 9:9-10 (Mt 17:9) → Mr 10:33-34 (Mt 20:18-19; Lc 18:31-33)
Es cosa mía… o todo indica que se añadieron a posteriori?
2. A Jesús no lo enterraron en una tumba individual.
Que a Jesús lo hayan enterrado en la famosa tumba de José de Arimatea… Ni siquiera está en todos los textos. Algunos hacen pensar que fue enterrado por las propias autoridades que lo condenaron (Hech 13:28-29). Probablemente lo metieron en una fosa común para criminales (Ningún crucificado tenía un enterramiento digno). Así que la clásica historia del sepulcro no tiene base.
3. No había guardias custodiando la tumba
Solo uno de los evangelios habla de que hubiera guardias vigilando la tumba. (Mateo 27:62-66), y el propio autor indica que lo hace para defender a los discípulos de la acusación de haber robado el cadáver de Jesús (Mateo 28:12-15). Demasiado oportunista para ser fiable. Además, ¿qué pinta el procurador romano ofreciendo una guardia para custodiar a un crucificado muerto? Nonsense.
4. No hubo un sepulcro vacío
Que el cuerpo de Jesús desapareciese de la tumba dos días después… si fue una fosa común sin identificar, ni siquiera habría que hablar de esto.
De todos modos, me pregunto:
Si la tumba de Jesús apareció vacía… ¿Cómo puede ser que la narración más antigua de la resurrección de Jesús (1 Co 15:3-8) no lo mencione? Debería ser algo clave, no?
5. Jesús no se le apareció a nadie después de muerto.
Las historias de apariciones tienen un cheiro a fake que tira patrás. Oye, qué conveniente que Jesús solo se apareciese a sus colegas y no a quienes le habían crucificado, ¿no?
Además, las contradicciones de antes entran aquí. ¿Quiénes lo vieron? ¿María? ¿Las otras discípulas? Pues en 1 Corintios se olvidaron de mencionarlo. Y en Marcos (Marcos 16:9 y ss es un añadido posterior), y en Lucas (En Lucas 24:1-12 salen el sepulcro vacío y dos tíos con ropa brillante, Jesús no). Y en Hechos (Hch 2:22-36; 10:28-47; 17:22-35; 26:2-23).
Y ¿por qué nadie reconocía a Jesús a primera vista? ¿Será que no era realmente Jesús? ¿O que a alguien le pareció verlo vagamente, y luego se añadieron más protagonistas a la historia?
Ah, y si realmente lo vieron resucitado, ¿Por qué se guardaron el secreto 40 días en lugar de contárselo a todo el mundo? Menudos genios.
Conclusión: los hechos que supuestamente respaldan la resurrección no ocurrieron.

5. La resurrección es la peor explicación para el origen del cristianismo.
Aunque esos acontecimientos hubiesen ocurrido de verdad… La resurrección sería la peor explicación para todos ellos.
Esto no es The walking dead. En el mundo real, hay gente que inventa cosas. Hay alucinaciones. Hay experiencias sinceras de gente que cree haber visto a su padre muerto. Hay gente que cree en cosas absurdas y muere por ellas.
¿Sabes algo que no ocurre en el mundo real? Resurrecciones.
- La gente inventa cosas.
- Tiene alucinaciones.
- En ocasiones, ve muertos.
- Cree cosas.
- No resucita.
La creencia en la resurrección puede tener muchas causas que no implican que un tío realmente haya resucitado. Antes de postular una resurrección, hay muchísimas alternativas que plantearse.
- ¿Quién te dice que Jesús realmente murió en la cruz, y que no estaba simplemente inconsciente? (Teoría de la muerte aparente)
- ¿Quién te dice que nadie robó el cuerpo, y por eso la tumba vacía? (Teoría del robo)
- ¿Quién te dice que las apariciones no son en realidad alucinaciones de los discípulos? (Teoría de las alucinaciones)
- ¿Quién te dice que la creencia en haber visto a Jesús resucitado no viene de que, en medio del dolor por la pérdida, a alguien le pareció ver a Jesús por ahí (o simplemente tuvo la sensación de que segía con vida) y eso se fue exagerando? (Teoría de la elaboración progresiva)
Hay muchas explicaciones verosímiles cuyos ingredientes forman parte de lo que ocurre cada día en el mundo. Que un muerto se levante con vida no es una de ellas. Así que lo siento, pero la resurrección es la peor explicación posible.

Y hasta aquí los argumentos en contra.
Argumentos a favor
1. La creencia en la resurrección de Jesús nació muy cerca de su muerte.
No fue una de esas leyendas que se van desarrollando generación tras generación. Formó parte de la base mensaje cristiano desde el principio.

Se ve en credos tan antiguos como este, compuesto muy poco después de la muerte de Jesús.
“Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí”.
1 Co 15:3-8. Siguiendo a Theissen-Merz, El Jesús Histórico, hay consenso en que esta declaración de fe era compartida con anterioridad al establecimiento de la iglesia de Corinto, fundada en el año 49-51.
Y fue el detonante del cristianismo en la propia Jerusalén (Todas las fuentes coinciden en que el kerigma cristiano surge en Jerusalén: Hechos 2ss lo narra, Pablo (1 Co 15; Gál 2:1,9) coincide al situar en Jerusalén a los primeros testigos, Tácito (Anales XV,44) habla de Judea como lugar de origen, La comunidad de referencia en los inicios del cristianismo estaba allí…). Es decir, en el lugar donde se podía ver el sepulcro, donde habían visto a Jesús predicando y muriendo, donde todo estaba reciente.
O sea, la creencia en la resurrección de Jesús nació en el lugar menos indicado para inventar algo así, entre la gente más difícil de engañar con que Jesús era el Mesías, y en un tiempo insuficiente para desarrollar una leyenda. Si todo era un invento, ¿cómo pudo calar así esta convicción precisamente en ese tiempo, en ese lugar y entre esa gente?
2. La resurrección era algo increíble para los contemporáneos de Jesús.
La idea de que un muerto puede levantarse de la tumba era totalmente contraria a las creencias de aquel tiempo. A veces pensamos que en el desarrollo de la ciencia moderna, un día alguien dijo “¡Eureka! He descubierto que los muertos no resucitan”.
En realidad, los antiguos ya sabían que la muerte era el final de la vida terrena. Como dice Tom Wright: «Por supuesto que la gente muerta no resucita. Los primeros cristianos sabían eso tan bien como nosotros. Y esto no fue algo descubierto en el siglo XVIII o XIX por los inteligentes científicos modernos».

Casi todos los argumentos actuales contra la resurrección, se hacían también en aquel tiempo.
Los pensadores griegos que creían en algún tipo de vida tras la muerte, como Platón y Aristóteles, la identificaban con la inmortalidad del alma. Ninguno creía en algo parecido a una resurrección corporal. Lo mismo ocurría con judíos helenizados como Filón.
Los demás escritores de la antigüedad tampoco creían que alguien pudiese volver a la vida tras la muerte. Algunos ejemplos de poetas:
- En la Orestíada de Esquilo (Euménides, 647f), Apolo dice:
“Pueden romperse cadenas; remedio hay para ello y medios innumerables para liberarse de ellas; pero cuando el polvo ha absorbido la sangre de un hombre muerto, ya no puede volverse a levantar. No ha enseñado mi padre [Zeus] encantamientos que lo consigan, él, que, por encima y por debajo de la tierra, manda y lo pone todo en movimiento, y cuyas fuerzas son siempre iguales”. - En la Ilíada (XXIV, 549-551), palabras de Aquiles a Príamo, tras la muerte de Héctor:
“Súfrelo resignado y no dejes que de tu corazón se apodere incesante pesar, pues nada conseguirás afligiéndote por to hijo, ni lograrás que se levante…” - En la Odisea (III, 229-238), palabras de Minerva:
“…ni aun los dioses pueden librar de la muerte, igual para todos, a un hombre que les sea caro, después que se ha apoderado del mismo la Parca funesta de la aterradora muerte”. - En los Epigramas de Calímaco (XIII en la ed. de Wilamowitz), Cleombroto contacta con Cáridas en el Hades, y pregunta:
– Cáridas, ¿qué hay abajo?
– Numerosa tiniebla.
– ¿Y los regresos [del Hades a la tierra]?
– Un engaño”.
En Egipto la muerte era un paso que formaba parte de la vida. Las muertes y resurrecciones de dioses eran metáforas de la siembra y la cosecha, de la reproducción y la fertilidad. No había regreso tras la muerte de ningún ser humano.

Entre los judíos había historias de «resucitaciones» concretas, pero estas historias eran muy diferentes a la de la resurrección de Jesús de la que hablaban los cristianos. Estas reanimaciones, o regresos a la vida, no tenían que ver con la vida tras la muerte, sino con una continuación de la vida de alguien que, finalmente, volvería a morir. Para los judíos que creían en una vida física tras la muerte, la resurrección era universal (de todo el mundo, o bien de todos «los justos») y se daría en el juicio final. Jamás se ofrece un adelanto de esa resurrección antes del fin de los tiempos.
Algunas referencias judías de la resurrección recopilados por N. T. Wright en The resurrection of the son of God, pp. 146-206:
- Daniel 12:2-3; 13
- Shemoneh Esreh
- LXX Job 19:26; 42:17
- LXX Isaías 26:19
- LXX Oseas 13:14
- 1 Enoc 51; 62:13-15; 91:10
- El Apocalipsis de Moisés
- Oráculos sibilinos 4:179-192prov
- Génesis Rabbah 14:5
- Levítico Rabbah 14:9
- Josefo, Guerras, II,163; III,37
- Talmud Babilónico, Sanh 90-91
- Mishnah Sanh 10:1
- Mishnah Sotah 9:15
- Pseudo-Filón, Antigüedades
- 4 Esdras 2 Baruc
- Berajot 60b
En definitiva, nadie creía que los muertos pudieran resucitar físicamente.
Los paganos se burlaban del cristianismo precisamente por eso.
- En Hechos 17:32, la mención de la resurrección de Jesús fue lo que provocó las burlas de algunos epicúreos y estoicos.
- Celso, para cuestionar la resurrección, parte de que nadie en la historia ha resucitado corporalmente (Contra Celso, II, 54-55). “Mas lo primero que habría que examinar es si realmente resucitó nadie jamás, de verdad muerto, con su propio cuerpo…”
- En el Octavio de Minucio Félix (XI,2), Cecilio considera la resurrección de la que hablan los cristianos como “cuentos de viejas”. Cicerón en De Natura deorum (III, 5,12) ya había usado la expresión para hablar del mítico regreso de los Dioscuros desde el Hades.
Es más… Los propios seguidores de Jesús, cuando Él les dice que va a morir y resucitar… o no lo pillan (Marcos 9:10,32; Lucas 18:34; Juan 20:9) o no están de acuerdo en que sea eso lo que tiene que pasar (Marcos 8:31-32; Mateo 16:21-23…). Y cuando les dicen que Jesús ha resucitado, ninguno de ellos se lo cree (Lucas 24:10-11; Juan 20:24-29). Es normal no lo creyesen. Porque, igual que hoy, aceptar eso requería cambiar algunas de sus creencias más arraigadas.
La resurrección era tan increíble, que si no hubieran visto a Jesús con vida, nunca la habrían creído.
¿Qué les pudo hacer cambiar sus ideas tan radicalmente? Bueno, la explicación que ellos mismos dieron… fue que habían visto a Jesús resucitado.
3. Si inventas una resurrección, no lo haces así.
Los evangelios describen la resurrección de una forma muy poco convincente para la gente de su época. Cuatro ejemplos:
1. Mujeres como testigos
En aquella cultura, a las mujeres no se les daba ningún crédito, ni se les permitía testificar en un juicio. Si piensas que exagero, te recomiendo revisar estas citas:
- Josefo, Antigüedades, IV,8,15: “No se admitirá el testimonio de las mujeres, por su veleidad y la audacia de su sexo”.
- Mishnah Rosh Hashana 1,8: “Estos son considerados testigos no aptos: (…) Esta es la regla: todos los testimonios, que una mujer no es apta para dar, tampoco ellos son aptos para darla”.
- Plutarco, De Pythiae oraculis, 25
- Suetonio, Augusto, 44
- Minucio Félix, Octavio, 8-9
- Hay muchas más citas en el Talmud y en antiguos comentarios judíos. Esto son resultados de una simple búsqueda en The Sefaria Library: Mishnah Shevuot 3:10; 4:1; Shevuot 30a:4,10; Mishnah Yevamot 16:5; Sefer HaChinukh 37:4; Sefer HaChinukh 122:8; Yevamot 117b:10; Mishneh Torah, Sanctification of the New Month 2:1, etc.
En este contexto, los evangelios ponen a un grupo de mujeres como descubridoras de la tumba vacía, y a alguna de ellas como primer testigo de Jesús resucitado (Mateo 28:1-10; Marcos 16:1-8; Lucas 24:1-12; Juan 20:1-18). ¿A quién se le ocurre?

Con razón tanta gente se burló (y se burla) de esos testigos:
- Celso, en el Discurso Verdadero (citado en Contra Celso, II, 55,70)
“¿Y quién vio todo eso? Una mujer frenética, como vosotros decís y algún otro de la misma cofradía de hechiceros…” “…puede presentar prueba de fe tan fuerte como su resurrección de entre los muertos, sólo a una mujerzuela, sólo a sus propios cofrades se les apareció a escondidas y de pasada?” - Porfirio, Contra los cristianos, 62 en la ed. de UCA, 2006 (64 en la de Harnack)
“…Se le aparece, en cambio, a María Magdalena, una mujer baja y venida de una aldea miserable que una vez estuvo poseída por siete demonios, y con ella a otra María, mujercita también oscura y aldeana, y a otros pocos no demasiado importantes…». «si se le hubiera aparecido a hombres importantes, a través de ellos hubieran creído todos y ningún juez los habría castigado por inventar fábulas monstruosas…”. - Una cita actual de Christopher Hitchens:
«La mayoría de los testigos de esto son mujeres. Mujeres histéricas, analfabetas, estúpidas, engañadas. Del tipo que en una corte judía en aquel tiempo, habrían tenido tantas posibilidades de ser escuchadas como en una corte islámica hoy. ¿Qué religión que quiere que se crean su invento va a decir: ‘Tienes que creer esto, porque tenemos algunas chicas histéricas y analfabetas que dijeron haberlo visto’?»
2. No referencias proféticas o teológicas en los relatos
Como es lógico en un ambiente judío, los evangelistas intentan mostrar que Jesús era el Mesías señalando cómo va cumpliendo las profecías con cada cosa que hacía (Mateo 1:22; 2:15,23; 4:14;1 8:7; 12:17; 13:35; 21:4,13; 26:24,31,56; Marcos 1:2; 7:6; 11:17; 14:21,27; Lucas 3:4; 4:18-21; 7:27; 22:37; Juan 12:14-15,38; 15:25). Sin embargo, los relatos de la resurrección no se mezclan con profecías de que el Mesías tenía que morir y resucitar (aunque las había. Ej. Isaías 53:2-12). Las referencias proféticas están ausentes en estos relatos. Hay, como afirma N. T. Wright, un “extraño silencio” de la Biblia.
Además de la ausencia de referencias bíblicas, se echa en falta también las referencias a la teología posterior que pretenda darles un sentido (aunque la había. Cf. Lucas 24:25-27). Si hoy preguntas a un grupo de cristianos qué significa la resurrección, recibirías respuestas muy variadas. Respuestas como que “La resurrección significa el perdón de los pecados”. “Significa la esperanza de vida después de la muerte”. “Es la prueba de quién era Jesús”. En otras partes del Nuevo Testamento, siempre que se habla de la resurrección, esta está conectada con estas ideas, sobre todo la de la esperanza despecto al futuro.
Esa sobriedad habla en favor de una tradición muy temprana basada en hechos y no en elaboraciones teológicas.
3. Falta de adornos
No, esto no me parecía suficientemente relevante como para salir en el vídeo, pero no deja de ser interesante: Las historias de la resurrección de Jesús son muy sobrias en varios sentidos.
Por ejemplo, nadie ve a Jesús resucitando. Si tú estuvieses inventando estas historias ¿no habrías descrito esa escena? Los escritores de otros evangelios apócrifos, entre otras muchas leyendas, formularon también descripciones de la resurrección. Por ejemplo, el llamado Evangelio de Pedro, que según A. Piñero es del siglo II, la describe de esta manera:
…estando los soldados de guardia de al allí, rodeados de dos en dos, se oyó una gran voz en el cielo, Y vieron los cielos abiertos y dos varones que descendían desde un gran resplandor, que se acercaban al sepulcro. Aquella piedra que habían dejado sobre la puerta, rodando espontáneamente, se retiró a un lado; la tumba quedó abierta y ambos jóvenes entraron en ella. (…) Mientras ellos explicaban lo que habían visto, ven salir del sepulcro a tres varones, dos de los cuales ayudaban al otro, y una cruz los seguía. La cabeza de los dos primeros llegaba hasta el cielo, pero la del que era conducido por ellos sobrepasaba los cielos. Oyeron una voz que venía de los cielos y decía: «Has predicado a los que duermen?». Y se oyó desde la cruz una respuesta: «Síl»
Ev. de Pedro, 34-42. Tomado de A. Piñero, Todos los evangelios.
Una cruz que habla, cielos abiertos, ángeles volando y brillando, una roca que se mueve sola, gigantes, una cruz parlante… Hay de todo. En contraste, las historias del Nuevo Testamento sobre la resurrección de Jesús son sencillas, directas, no tienen adornos de este tipo. ¿Cómo explicamos esta sencillez?
4. Apariciones limitadas
Un dato curioso: El Jesús resucitado se aparece como 7 u 8 veces…
- A María Magdalena (Juan 20:10-18) y las otras mujeres (Mateo 28:8-10; Lucas 24:10-11; Marcos 16:9-11)
- A Cleofas y otro discípulo en el camino a Emaús, (Lucas 24:13-32; Marcos 16:12-13)
- A los once apóstoles y otros en Jerusalén (Lucas 24:33-49; Marcos 16:14; 1 Corintios 15:6) una vez sin Tomás (Juan 20:19-23) y otra con él (Juan 20:26-30).
- A los discípulos en un monte de Galilea (Mateo 28:16-20, Cf. 26:32; Marcos 14:28; 16:7. ¿1 Corintios 15:6?)
- A siete apóstoles junto al mar de Tiberias (Juan 21:1-14)
- A Jacobo y otros (1 Corintios 15:7)
- A Pablo (Hech 9:3-8,27; 22:6-11; 26:12-23; 1 Corintios 9:1; 15:8)
Y después de 40 días según Hechos 1:3, Jesús deja de aparecer. Una pena para los primeros líderes de la iglesia. Si se lo habían inventado, habría sido muy útil decir (Como se dice en muchas sectas) que seguían manteniendo un contacto privilegiado con Jesús, que se les seguía apareciendo. Sobre todo, cuando hubo problemas para la unidad de la iglesia que exigían tomar decisiones complicadas (como lo que se hizo en Hechos 15, en el concilio de Jerusalén). Pero no vemos esto. Las apariciones de Jesús son las que son. Si las apariciones fueron invenciones, alucinaciones o visiones… ¿Por qué no continuaron durante la vida de la Iglesia primitiva? ¿Por qué solo sucedieron en un periodo de tiempo tan concreto?
5. Apariciones confusas
En varias de las apariciones, Jesús no es reconocido hasta dentro de un rato. Si lo que pretendían era convencer a la gente de un invento… ¿Por qué meter en las historias puntos débiles como estos?
- María Magdalena confunde a Jesús con un jardinero (Juan 20:14-15).
- Los caminantes de Emaús no lo reconocieron hasta pasar un buen rato con él (Lucas 24:15-31).
- Los discípulos en conjunto, tampoco (Juan 21:4).
- Y aún después de reconocerlo, a algunos les quedan dudas (Mateo 28:16-17).
¿Qué necesidad había de tirar piedras contra el propio tejado de esta manera?
Estos detalles que para los contemporáneos iba en contra de la resurrección… Hoy apuntan a que estos textos no eran meros panfletos apologéticos, sino registros sinceros de lo que había pasado.
4. La resurrección es la mejor explicación para ciertos hechos que ocurrieron.
Si tuviera que quedarme con un solo argumento a favor, escogería este. Hay ciertos incidentes que son aceptados como históricos por una amplia mayoría de especialistas… y que exigen una explicación. A ver qué se te ocurre.
1. Jesús murió crucificado.
Esto no despierta muchas críticas. Para los primeros cristianos no tendría sentido inventar que Jesús murió así, ya que para los Judíos significaba la maldición de Dios…
- Deuteronomio 21:23 dice que «maldito por Dios es el colgado».
En Gal 3:13 vemos un ejemplo de cómo los primeros cristianos tuvieron que buscar explicaciones para esto. - Trifón, judío representado en el Diálogo de Justino (32), dice:
“ese que vosotros llamáis Cristo vivió deshonrado y sin gloria, hasta el punto de caer bajo la extrema maldición de la ley de Dios, pues fue crucificado”.
Y en el cap. 89, “Pero lo que dudamos es que el Cristo hubiera de morir tan ignominiosamente, pues en la ley se dice que es maldito el que muere crucificado”.
Esto muestra cómo en los inicios del cristianismo, la crucifixión era un argumento directo en contra de la mesianidad de Jesús.
…y para los paganos era motivo de vergüenza y burla.
- Cicerón (Pro Rabirio, 16), “…el nombre mismo de la cruz, que se alejen, no tan sólo del cuerpo de ciudadanos romanos, sino hasta de su mente, ojos, oídos; porque de todas esas infamias … su misma mención es inmerecida para un ciudadano romano y un hombre libre”
- Graffiti de Alexamenos. Ejemplo de burlas a Jesús crucificado en el s. II.
- Otros ejemplos de burlas en Contra Celso, II,9; II,30; VI,10; VII,53.

Además, la crucifixión es mencionada en fuentes externas (Josefo, Ant. XVIII, 33; Tácito, Ann. XV, 44; Luciano, De morte Per., 13…).
Y lo siento por la vida de Brian pero nadie sobrevivía a una crucifixión completa (Sobre esto, Flavio Josefo en su Autobiografía (LXXV, 420-421) menciona a las única persona conocida salvada con éxito de una crucifixión. Era uno de tres amigos suyos a los que se rescató de la cruz estando todavía vivos y conscientes, se les sometió a los mejores cuidados médicos posibles por orden del emperador Tito y, aún así, dos de ellos murieron).
Vamos, la muerte de Jesús en la cruz es un hecho muy sólido.
2. Jesús fue sepultado en una tumba conocida.
Cada uno de los evangelios coinciden (Mt 27:57-60; Mr 15:43-46; Lc 23:50-53; Jn 19:38-42) en que el dueño de la tumba era José de Arimatea. Algo que difícilmente les habría interesado inventar, ya que este hombre formaba parte del tribunal que, según ellos, había condenado a Jesús.
Además, todos señalan la presencia de más testigos del enterramiento (Según Mateo 27:57-61; Marcos 15:42-16:1; Lucas 23:50-56 algunas mujeres lo presenciaron. Según Juan Juan 19:38-42, Nicodemo también participó).
Sus descripciones de la sepultura se corresponden con lo que sabemos de la época (Envoltura del cadáver en lienzos de lino, roca cubriendo la entrada, uso de ungüentos aromáticos, interrupción de los ritos funerarios por el día de reposo…).
Sabemos que los judíos no dejaban a los muertos sin sepultura (Según Josefo, entre otras cosas que Moisés exige hacia los enemigos está el “no dejar ningún muerto sin sepultura” (Contra Apión, II, XXIX, 211) y “aún los que por malhechores son ajusticiados, suelen ser sepultados cuando el sol es puesto” (Guerras, IV,VII)).
Sabemos también que incluso a los crucificados se les concedía a veces ser enterrados en tumbas individuales o familiares (desde que en 1968 se encontró en Jerusalén el osario de Yehohanan ben Hagkol, un judío crucificado en el siglo I, esto no puede negarse. El osario es personal y tiene su nombre inscrito en la piedra).
No hay ninguna razón de peso para dudar de esto, e incluso los textos que se citan para cuestionar la identificación de la tumba (Cf. 1 Co 15:4; Hech 13:29), mencionan la sepultura de Jesús como un hecho y parecen presuponer lo que dicen los evangelios. Aunque algunos autores españoles hagan pensar lo contrario (y el argumento no es suyo), la opinión mayoritaria aún hoy es que la tumba era conocida.
3. Unas mujeres anunciaron que la tumba estaba vacía y que Jesús había resucitado
Ya hemos hablado aquí de que en aquel momento, el testimonio de las mujeres no se tenía en cuenta. Pero los evangelios son unánimes en que ellas descubrieron la resurrección de Jesús (Mt 28:1-10; Mr 16:1-8; Lc 24:1-12; Jn 20:1-18). Esto que, como hemos dicho, fue un motivo de burla en su día, y que a veces a los propios cristianos les dio corte mencionar (el credo de 1 Corintios 15:3-8, que parece haber funcionado como fórmula de legitimación apostólica además de como afirmación de la resurrección, no las menciona), hoy se convierte en un hecho histórico muy sólido. Nadie habría inventado algo así si quería ser creíble.
Como dice Christopher Hitchens, «La mayoría de los testigos de esto son mujeres. Mujeres histéricas, analfabetas, estúpidas, alucinadas. Del tipo que en una corte judía en aquel tiempo, habrían tenido tantas posibilidades de ser escuchadas como en una corte islámica hoy. ¿Qué religión que quiere que se crean su invento va a decir: ‘Tienes que creer esto, porque tenemos algunas chicas histéricas y analfabetas que dijeron haberlo visto’?»
4. La tumba de Jesús estaba vacía
Si el cadáver de Jesús estuviese en su tumba, la idea de su resurrección nunca se habría difundido. Cada vez que alguien anunció que Jesús estaba vivo, presuponía la tumba vacía. Por eso enfatizaban no solo su muerte sino también su sepultura (1 Corintios 15:4), contrastándola con otros que seguían en su tumba (Cf. Hechos 2:29-32; 13:29,36-37). Y no la relacionaban con la pervivencia del alma, sino la resurrección futura (1 Tes 4:14-16).
Ni siquiera los que argumentaban contra la resurrección de Jesús creían que su cuerpo siguiese en la tumba. Lo que dijeron fue que los discípulos lo habían robado.
- Con la historia de los guardias, el evangelio de Mateo (27:62-66; 28:11-15) pretende defenderse de esa acusación.
- Por Justino Mártir sabemos que, efectivamente, esa acusación era sostenida por los judíos unas décadas después: “Nosotros –decíais [los judíos]– le crucificamos; pero sus discípulos, habiéndole robado del sepulcro en que, desclavado de la cruz, fue colocado, engañan ahora al pueblo diciendo que ha resucitado de entre los muertos y subido a los cielos” (Diálogo con Trifón, 108).
- El decreto de Nazaret, que a mitad del siglo I prohíbe “mover con mala intención a los que han sido enterrados a otros lugares”, podría estar relacionado con esta acusación. No está del claro (este mismo año 2020, se ha propuesto la profanación de la tumba de Nikias de Cos como causa de esta inscripción), pero es lo que mejor encaja con lo que dice la inscripción.
Piénsalo. Mientras que unos dicen: “La tumba está vacía, Jesús ha resucitado”, otros dicen “¡No, está vacía porque habéis robado el cuerpo!”. La conclusión es… que la tumba estaba vacía.

5. Tanto discípulos como escépticos realmente creían haber visto a Jesús resucitado.
Algunas de las apariciones de Jesús son ampliamente reconocidas por la crítica.
Ya hemos hablado de la de María Magdalena y las otras mujeres (Mt 28:8-10; Lc 24:10-11; Mr 16:9-11; Jn 20:10-18). Veamos tres ejemplos más del credo de antes: Pedro, Jacobo y Pablo.
1 Corintios 15:5,7-8
“…se apareció a Cefas (Pedro) y después a los doce; (…)
después se apareció a Jacobo (o Santiago), luego a todos los apóstoles,
y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo,
se me apareció también a mí (Pablo)”.
Por lo que sabemos de ellos, los tres dejaban bastante que desear:
- Pedro, que había estado Jesús desde el principio, cuando lo arrestaron perdió la esperanza y el valor para defenderlo. Lo abandonó como todos los demás (Mateo 26:56; Marcos 14:50), y lo negó varias veces (Mateo 26:69-75; Marcos 14:66-72; Lucas 22:54-62).
- Jacobo ni siquiera creía en Jesús cuando él estaba vivo.
Jacobo (o Santiago) es identificado como hermano de Jesús tanto por Pablo (Gál 2:19) como por Josefo (Antigüedades XX,200), y por escritores eclesiásticos como Hegesipo (Memorias, V) y Eusebio (Historia Ec. II,1,2; II,23; III,22…). Por autores como Tertuliano (De carne Christi, VII) y los propios evangelios, sabemos que los hermanos de Jesús no creían en él durante su vida (Juan 7:5), e incluso pensaban que estaba «fuera de sí» (Marcos 3:21,31).
- Y Pablo… en fin. Él mismo admitía no solo haberse opuesto a Jesús sino haber perseguido y encarcelado a los seguidores (Gálatas 1:13,23; 1 Corintios 15:9; Filipenses 3:6; Hechos 8:1-3; 9:1-2; 22:4-5; 26:9-11).
De repente, algo hizo que se convirtiesen en seguidores de Jesús tan fieles que estuvieron dispuestos a sufrir persecución durante el resto de su vida por ser cristianos… y finalmente, como sabemos por fuentes externas, los tres murieron ejecutados.
- Pablo y Pedro fueron ambos ejecutados en Roma. Pablo, decapitado (año 58-67). Pedro, crucificado (año 67 aprox). Lo sabemos por Clemente de Roma (A los Corintios 5), Ignacio de Antioquía (A los efesios 12; A los romanos, 4), Tertuliano, (Prescripciones contra todas las herejías 36), Dionisio de Corinto, (A la iglesia de Roma frag. 3), Orígenes (Comentario Génesis III), etc.
- Jacobo fue condenado a la lapidación por el sumo sacerdote cerca del año 62. Lo sabemos por Josefo (Antigüedades XX, 200), Hegesipo (Memorias, V), Eusebio (Historia Ec. II,23) y otros.
¿Qué lleva a un traidor, un escéptico y un enemigo directo de Jesús a hacerse seguidores suyos hasta la muerte? ¡Y cuando Jesús ya había muerto!
La explicación que ellos dieron fue que Jesús se había levantado de la muerte y se había encontrado con ellos (1 Co 15:5-8; 9:1; Hch 1:22; 2:32; 3:15; 4:20; 5:32; 9:3-8,27; 10:40-41; 22:6-11; 26:12-23).
Y oye, puedes pensar lo que quieras sobre sus visiones… Pero pensar que estaban mintiendo… creo que no tiene mucho sentido. Los mentirosos no suelen ser buenos mártires (Muchos pueden morir por una creencia equivocada… Pero ¿quién moriría por algo que sabe que es mentira?
Dicho esto… ¿Cómo explicamos estos 5 acontecimientos?
- Muerte de Jesús en la cruz.
- Sepultura de Jesús.
- Testimonio de las mujeres: Tumba vacía, Jesús vivo.
- La tumba estaba vacía.
- Apariciones a seguidores y escépticos.
En casi 20 siglos, los críticos no han conseguido ponerse de acuerdo… Ninguna de las hipótesis que se han ido planteando explica adecuadamente todo lo ocurrido… Excepto… la resurrección. Llámame loco, pero que Jesús haya resucitado… explica perfectamente todo esto. Quizás no sea tan descabellado pensar que esta gente decía la verdad.
5. Jesús sigue cambiando vidas.
Lo siento por salirme del análisis de las fuentes antiguas… pero creo que sería injusto no mencionar esto. Si en pleno siglo XXI seguimos discutiendo sobre la resurrección es porque no se trata solamente de una anécdota antigua. Hoy, como en el siglo I, miles de personas han visto sus vidas cambiadas al creer en Jesús.
Si lo piensas… eso es lo que cabría esperar si Jesús se levantó de la muerte y sigue vivo, ¿no? Las personas normalmente no resucitamos sin más. Si Jesús lo hizo, ya no creo que podamos considerarlo un simple maestro. Tendríamos verlo más como… como él se describía. Él dijo que era el hijo de Dios (Mateo 11:27-28; Marcos 14:61-62; Lucas 10:22; Juan 10:29-38) y que había venido “para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28; Marcos 10:45; Lucas 22:19-20; Juan 10:11-18). Si Jesús resucitó, esto cobra sentido, ¿no? Su crucifixión ya no sería el fracaso de un iluso soñador. Sería la derrota la muerte, el sacrificio que nos permite reconciliarnos con Dios y la mayor muestra de amor que alguien puede ofrecer.
Personalmente, hace unos años, fue precisamente la evidencia de la resurrección lo que me llevó a plantearme que… oye, quizás sea cierto. Puede que Jesús no se haya quedado en la tumba. Que esté vivo, y que las buenas noticias que predicaba no sean solo palabras bonitas. Puede que Dios no sea solo una entidad metafísica incognoscible sino alguien que se preocupa por el mundo y que se ha revelado en Jesús. Al pensar en esto, recuerdo haber dicho… “Dios, no sé si estás ahí o no… Pero si estás ahí, quiero vivir para ti”. Y a partir de ahí, descubrí que una relación con Dios… te cambia la vida.
Entiendo que esto te parecerá subjetivo, personal (¡Falacia de afirmación del consecuente!)… Y si te crees cada ideario que le cambia la vida a alguien, acabarás creyendo en un montón de tonterías. Así que no tienes que creer en la resurrección solo por este argumento. Pero si los otros argumentos te hacen pensar que Jesús puede haber resucitado, tómate este quinto como una invitación. Porque si es cierto, entonces puedes hablar con él directamente, compartirle tus dudas si las tienes, y comprobar si él está ahí para escucharte. Quién sabe. Puede que llegues a descubrir algo grande.
Dubi Das
Hasta aquí los argumentos a favor. Llegados a este punto, seguro que tendrás mucho que decir. Te animo a que compartas en los comentarios qué te ha convencido más, qué menos, qué has echado en falta, qué piensas sobre Jesús y la resurrección…
Y bueno, ahora que ya he empezado a mojarme, voy a iniciar el diálogo señalando as miñas dúbidas sobre os argumentos en contra. Imos aló.
¿Los relatos de la resurrección no son fiables?
Los registros que tenemos de la resurrección, evidentemente son cristianos, por la sencilla razón de que cuando una persona concluía que Jesús resucitó, solía hacerse cristiana (por eso, cuando un no cristiano como Flavio Josefo dice que Jesús resucitó, deducimos que alguien lo ha tergiversado).
Esto no quita que los primeros escépticos hayan hablado de la resurrección confirmando que la gente lo creía.
Gris: Y sí. Todo indica que estos autores creían que Jesús había resucitado. No se puede suprimir sin más el contexto teológico desde el que escriben. Cuando todos los cristianos que mencionan la resurrección creen en la de Jesús, postular que quien no la menciona no cree en ella es jugar a hacerse el ciego. Fíjate que en los temas anteriores no he mencionado la resurrección por ningún lado. ¿Será que yo mismo no creía en ella hasta que me puse a hacer el tercer vídeo del Jesús histórico? 😉
Que nuestras fuentes se hayan escrito hace casi 2000 años no le resta credibilidad. Al contrario. Lo que nos interesa no es tener testigos cercanos a nosotros, sino cercanos a los hechos que cuentan. Cuanto más antiguos, mejor. La buena evidencia no deja de serlo por el paso del tiempo.
¿Panfletos publicitarios? Llámalos como quieras, es cierto que los autores son cristianos entusiasmados con la resurrección. ¿Esto les resta credibilidad? Permíteme que lo dude. Precisamente, que alguien esté comprometido con lo que dice hasta el punto de morir por ello… demuestra que está siendo sincero. Y te recuerdo que eso les pasó a unos cuantos de los testigos de la resurrección. Tanto que la palabra martyr (del latín, proveniente del griego μάρτυς/μάρτυρος, que en griego significa «testigo») acabó significando «Persona que padece muerte en defensa de su religión».
En cuanto a las aparentes discordancias entre evangelios… Como hemos dicho anteriormente, sus versiones de la resurrección tienen diferencias suficientes para ver que no han conspirado juntos, pero también coinciden lo suficiente para que podamos reconstruir una historia que encaja perfectamente con todos. A saber:
- A Jesús lo entierran el viernes en un sepulcro nuevo de José de Arimatea (Mt 27:57-61; Mr 15:42-47 Lc 23:50-56 Jn 19:38-42
- Varias personas (algunas mujeres, Nicodemo) lo presencian (Mt 27:61; Mr 15:47; Lc 23:55; Jn 19:39)
- El domingo por la mañana, María Magdalena, María la madre de Jacobo, Juana, Salomé y otras, van a la tumba (Mt 28:1; Mr 16:1-3; Lc 24:1,10; Jn 20:1
- Cuando están de camino… terremoto, ángeles mueven la roca… (Mt 28:2-4; Mr 16:3 -4; Lc 24:2; Jn 20:1)
- Al llegar, se encuentran el sepulcro abierto… y a dos ángeles que les cuentan lo ocurrido (Mt 28:5-8; Mr 16:5-7; Lc 24:4-7; Jn 20:1)
- Van corriendo a decírselo a los discípulos… (Mt 28:8; Mr 16:8,10; Lc 24:8-9; Jn 20:2).
- Pedro y Juan van corriendo al sepulcro, Pedro entra y ve que está vacío (Lc 24:12; Jn 20:3-8).
- De repente, Jesús se encuentra María Magdalena y las demás (Mt 28:9-10; Mr 16:9; Jn 20:13-17).
- Cuando se lo cuentan a los discípulos, nadie las cree (Mt 28:8,10; Mr 16:10-11; Lucas 24:9-11).
- Cleofás y otro discípulo se encuentran con Jesús también. Tampoco les creen… (Mr 16:12-13; Lc 24:13-35)
- Hasta que, los once también ven a Jesús con vida. Se lo encuentran varias veces (Mateo 28:16-17; Mr16:14; Lc 24:36-43; Jn 20:19-23).
- Tras un par de apariciones más, Jesús da unas últimas palabras y asciende al cielo (Mateo 28:18-20; Mr 16:15-16 Lc 24:44-53 Jn 20:24-25)
No todos los evangelios dan cada uno de estos datos, pero todos concuerdan perfectamente con ellos.
¿En tiempos de Jesús, era muy fácil creer en una resurrección?
Sobre este argumento en contra… ya hemos hablado. En la antigüedad, igual que hoy, había quienes creían en una vida espiritual tras la muerte. Había quien creía que los espíritus podían comunicarse con los vivos. Había quien pensaba que los grandes reyes al morir eran exaltados y hasta divinizados espiritualmente. Algunas mitologías contenían dioses de muerte y resurrección que simbolizaban ciclos como las estaciones o las cosechas. Pero nadie creía que en algún momento de la historia alguien hubiera vuelto físicamente a la vida de forma inmortal.
En Israel tampoco creían en nada comparable a la resurrección de Jesús. Su horizonte de expectativas abarcaba resucitaciones concretas de personas que volvían a morir después, y también la resurrección del juicio final. Pero que alguien inaugurase esa resurrección final aquí y ahora… era algo completamente nuevo.
Y las implicaciones iban totalmente en contra de lo que pensaban antes. Piénsalo. ¿Seguidores de Jesús celebrando su muerte como algo bueno? ¿Judíos cambiando el día de reposo, y la comida kosher, y la circuncisión? ¿Monoteístas estrictos hablando de Jesús como el único señor, “por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos”? (1 Co 8:6)
Todo esto era tan contrario a sus expectativas y creencias previas como puede serlo hoy para nosotros. ¿Qué pudo convencerles de creer algo así?
¿Los primeros cristianos no creían en una resurrección corporal?
Si los primeros cristianos solo dijesen que Jesús estaba espiritualmente al lado del Padre, su mensaje no habría sido muy polémico. Los romanos creían en la divinización de los emperadores. Muchos judíos dirían: “Sí. Los grandes hombres de Dios están con él”. Pero eso no es lo que decían los cristianos. Lo que anunciaban era la “Resurrección” con todas las letras. Como dice N. T. Wright «La resurrección tiene que ver con cuerpos. La palabra griega Aναστασις, ‘levantarse de nuevo’, significa que el cuerpo que estaba tirado [flat] se levanta».
Si no fuese así, probablemente no señalarían la sepultura de Jesús, ni la tumba vacía (Mt 28:1-6; Mr 16:4.6; Lc 24:1-6; Jn 20:1-2; 1 Co 15:4; Hch 2:29-32; 13:29,36-37) porque serían irrelevantes. Tampoco dirían haber tocado a Jesús resucitado y haber comido con él (Lc 24:30,41–43; Jn 20:20,17; 21:13; Hch 10:41). Tampoco lo relacionarían con la resurrección futura (1 Tes 4:23; 1 Co 15:20-57) que para los judíos era física.
Igualmente, cuando Jesús habla de Abraham, Isaac y Jacob, lo hace defendiendo la resurrección futura, que no tenía que ver con almas desencarnadas sino con cuerpos resucitados (Cf. Mt 22:31-32, Mr 12:26-27; Lc 20:37-38).
Los cristianos hablaban de la nueva vida en Jesús como “resucitar con Cristo”, sí. Al igual que hablaban de dejar la vida anterior como “morir / ser crucificados con Cristo”. Evidentemente, no pretendían reducir la crucifixión de Jesús a algo espiritual y, con la resurrección, es de suponer que pasaba lo mismo (Cf. Romanos 6:4-11; 7:4-6; Colosenses 2:12-13,20; 3:3; Gálatas 2:20; 5:24; 6:14).
Lee por ti mismo/a cualquier relato de la resurrección de Jesús, y tú mismo verás si se refiere a algo físico o no.
Esta es el tercer vídeo de una trilogía sobre el Jesús histórico. Te recomendamos que veas también los demás 😉
¿Los sucesos que demuestran la resurrección no son históricos?
Ya hemos hablado de algo de esto. ¿Predijo Jesús que iba a resucitar? Bueno, os animo a que reviséis los textos donde lo hace (Marcos 8:31 (Mt 16:21; Lc 9:22); Mr 9:9-10 (Mt 17:9); Mr 10:33-34 (Mt 20:18-19; Lc 18:31-33); Mr 14:28; 8:34-38)…
Y también otros muchos que quizás sin la resurrección perderían sentido (Marcos 13:26-27 (Mt 24:30-31; Lc 21:27-28); Mr 14:25 (Mt 26:29; Lc 22:18); Mr 14:28 (Mt 26:32); Mr 14:62 (Mt 26:64; Lc 22:69); Lucas 12:8-9 (Mt 10:32-33); Lc 12:40; 17:24-25 (Mt 24:27); Lc 21:36).
Aunque quieras pensar que todo esto es inventado…
- Que Jesús murió en la cruz es un hecho aceptado y ya lo hemos hablado aquí.
- Sobre su sepultura… No es cierto que ningún crucificado tuviera un enterramiento digno (ya hemos puesto algún ejemplo). Y el único texto en que algunos se apoyan para defender una fosa común (Hech 13:28-29), ni habla de fosa común ni lleva la contraria a los evangelios (José de Arimatea era de las autoridades de Israel).
- Lo de los guardias de la tumba no es necesario que lo aceptes para tener evidencia de la resurrección de Jesús, así que no nos alargamos aquí. En el podcast lo hemos hecho (espacio publicitario).
- El credo más antiguo de la resurrección (el de 1 Co 15) no menciona explícitamente la tumba vacía (igual que credos posteriores, aunque creamos en ello), pero el concepto de resurrección que defiende presupone una tumba vacía. Probablemente por eso, el credo no solo menciona la muerte de Jesús sino también la sepultura.
- Más de lo mismo con el testimonio de las mujeres. Probablemente no se filtró en los credos porque en aquel momento restaba credibilidad a la resurrección. Precisamente por eso hoy se acepta como histórico. Nadie lo habría inventado así. Ah, y aunque el texto original de Marcos no desarrolle cómo se encontró Jesús con las mujeres, sí se les dice que lo verán en Galilea (Mr 16:7).
- Que Jesús se apareció a más gente después de muerto… Aparte de lo dicho, podríamos añadir que varias descripciones apelan a que los testigos seguían con vida (1 Corintios 15:6; Hechos 2:32; 3:15; 10:39; 13:31), como diciendo: “Id y preguntadles”. Y que incluso los historiadores no creyentes aceptan estas apariciones.
Al respecto, Ehrman (que no cree en que Jesús estuviese vivo para poder aparecérseles) dice: «Algunos de los seguidores de Jesús creían que él se les apareció. Creo que, absolutamente, eso es cierto. Creo que tuvieron algún tipo de visiones».
E. P. Sanders (en La figura histórica de Jesús, 1993, p. 303), dice: “Que algunos seguidores de Jesús -y más tarde Pablo- tuvieron experiencias de la resurrección es, a mi juicio, un hecho. Cuál fue la realidad que originó tales experiencias, no lo sé”.
N. T. Wright, en La resurrección del Hijo de Dios: “…el historiador, sean cuales sean sus creencias, no tiene más opción que la de afirmar la tumba vacía y los «encuentros» con Jesús como «acontecimientos históricos» en todos los sentidos esbozados en el capítulo 1: tuvieron lugar como acontecimientos reales; fueron acontecimientos importantes; son, en el sentido normal requerido por los historiadores, acontecimientos demostrables; los historiadores pueden y deben escribir sobre ellos. Sin ellos no podemos dar razón del cristianismo primitivo”.
Lo dicho, estos 5 hechos tienen todo en su favor para que los consideremos históricos.
¿La resurrección de Jesús es la peor explicación para el origen del cristianismo?
Una decía en el vídeo anterior, si queremos reflexionar seriamente, demos tiempo muerto a los dogmas. Partir de que “eso no puede ocurrir en el mundo real”, es asumir una conclusión a priori. Estos argumentos solo convencen a quien ya está convencido. No asumamos de base lo que estamos pretendiendo demostrar. Intentemos ser neutrales por un momento. No nos estamos preguntando si todos los muertos somos el ave fénix, que siempre resucita al morir. Eso iría en contra de lo que vemos en el mundo. Nos estamos preguntando si en un momento de la historia, de una forma totalmente singular, Jesús de Nazaret se levantó de la muerte. Y si no partimos de un rechazo a priori… lo cierto es que esa explicación da cuenta de los datos mucho mejor que cualquier teoría alternativa.
- Por ejemplo, que Jesús sobreviviese a la crucifixión (teoría de la muerte aparente), habría sido otro milagro. Insisto, mis respetos a la vida de Brian, pero nadie sobrevivía a esto. Para los romanos era rutinario matar a la gente así. La cruz se moría por asfixia, y en casos como el de Jesús, a quien también habían flagelado, la hemorragia bastaría para matarlo. Pero aún si hubiera sobrevivido, pensar que aguantó dos días con vida en la tumba, se levantó aún envuelto en sábanas y ungüentos, salió andando con los tobillos agujereados, y consiguió hacer creer a todos que estaba bien y que había resucitado… En fin, allá cada uno, ¿no?
- Que la resurrección de Jesús fuese un invento de los discípulos tampoco se lo cree nadie. Ellos estaban tan convencidos de haber visto a Jesús que dieron su vida por ello. Además, eso no explica el cambio de personas como Pablo, que era un enemigo directo.
- Que hayan robado el cuerpo, no explica cómo ellos pudieron convencerse de que habían visto a Jesús.
- Achacar todo a alucinaciones, es muy forzado. Las alucinaciones no se dan en grupo, son experiencias individuales muy concretas, las apariciones de Jesús se dieron a diferentes personas, a veces de forma individual, y a veces en grupo. Alguno de ellos no estaba nada predispuesto a seguir a Jesús, más bien lo contrario. Y nunca se limitan a ver a Jesús, siempre dialogan con él y a veces hasta lo tocan y comen con él. Además, las alucinaciones tampoco explicarían la tumba vacía.
Ya ves, cada explicación tiene sus taras, por eso no hay consenso con ninguna. Pero los datos siguen requiriendo una explicación. Y la resurrección de Jesús… los explica perfectamente.
Lo entiendo. La gente, normalmente no resucita. Precisamente por eso, quienes vieron a Jesús con vida, no dijeron “oh, qué interesante”. Les pareció algo increíble, que solo Dios podía haber hecho. Por eso concluyeron que Jesús tenía que ser el Mesías, el Hijo de Dios. Porque la gente normal no resucita.
Coincido con ellos. No pretendo convencerte de que vivimos en un mundo mágico. Solo de que si Dios puede existir, la resurrección de Jesús es posible. Y si todo apunta a que Jesús resucitó… Que cada uno que saque sus conclusiones sobre Jesús y sobre Dios.
Y con esto terminamos la serie sobre el Jesús histórico.
Si este contenido te parece útil, puedes compartirlo en las redes, o pasárselo a quien creas que le pueda interesar.
Gracias por leernos 😉